sábado, 1 de enero de 2011

La cuna de la Humanidad

 

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Un hallazgo sitúa la cuna de la humanidad en Israel

Investigadores españoles e israelíes descubren ocho dientes humanos que podrían trasladar el origen del Homo sapiens'a Oriente Próximo

NUÑO DOMÍNGUEZ MADRID 29/12/2010 08:30

Uno de los dientes hallados en la cueva de Qesem (Israel).AP

Uno de los dientes hallados en la cueva de Qesem (Israel).AP

La cueva de Qesem, a algo más de un kilómetro del muro que hoy divide Israel y Palestina, pudo ser la cuna de la humanidad hace unos 300.000 años, cuando aún no existían países ni nombres que los designaran. Esa es la posibilidad, aún por confirmar, que plantean ocho dientes humanos desenterrados de este yacimiento por investigadores israelíes y analizados por un equipo de expertos españoles.

La edad de los restos, de entre 300.000 y 400.000 años, los convertiría en los fósiles de Homo sapiens más viejos que se han encontrado nunca, y unos 100.000 años anteriores a los primeros sapiens de África. Sobre estos fósiles se sustenta la tesis que aún apoya la gran mayoría de expertos de que nuestra especie surgió en el continente negro para luego conquistar el mundo.

Los restos se han hallado en la cueva de Qesem, muy cerca de Palestina

"Mañana [por hoy], cuando se difunda el estudio, el 90% de la gente querrá sacarnos las tripas", confiesa a Público Israel Hershkovitz, primer autor del polémico estudio, publicado en el American Journal of Physical Anthropology.

Una de las posibilidades que baraja el equipo es que los habitantes de Qesem, a unos 12 kilómetros de Tel Aviv, fueran los primeros humanos con formas modernas, muy parecidas a las actuales. "Si les pusieras traje y corbata, hubiera sido casi imposible distinguirlos de un ejecutivo de hoy", asegura Hershkovitz, quien sabe que su propuesta suena para muchos a que busca pelea científica.

En 2008, Hershkovitz viajó hasta España con sus ocho dientes, que había desenterrado junto a otros arqueólogos de la Universidad de Tel Aviv en 2002. Se los ofreció a Juan Luis Arsuaga, codirector de Atapuerca, para que estudiase sus formas y averiguase quiénes fueron sus dueños. Su equipo los comparó con más de 50 restos de neandertales, sapiens antiguos y recientes y otros homínidos, incluidos los que vivieron en la sierra de Atapuerca. También los enviaron a la Universidad de Burgos para realizarles un escáner similar al que se hace en los hospitales para diagnosticar un cáncer.

"Si les pusieras traje no podrías diferenciarlos de un humano actual"

No hay un veredicto final, sino tres posibilidades. O se trata de una especie nueva, o de una variante del neandertal nunca vista y casi idéntica al sapiens, o se trata de los sapiens más antiguos a los que se ha enfrentado nunca la comunidad científica. "Está bien que se proponga que los sapiens se originaron fuera de África, pero es un poco atrevido hacerlo solo con ocho dientes", advierte el investigador Eudald Carbonell, que no ha participado en el estudio pero lleva décadas trabajando con Arsuaga como codirector de Atapuerca.

Si los dientes de Qesem son genuinos, los sapiens cumplirían 100.000 años más de un plumazo. Los restos más antiguos de esta especie aún están en disputa entre dos yacimientos de Etiopía, uno de unos 160.000 años y otro de unos 200.000. Desde estos rincones del este de África sería donde surgió la especie para después expandirse y reemplazar al resto de humanos, incluidos los neandertales.

Hershkovitz prefiere justo lo contrario. La cuna de la humanidad tal y como la conocemos hoy sería Oriente Próximo hace unos 300.000 años. Desde ahí, algunos ancestros pudieron llegar a África para después dar media vuelta, en un movimiento de péndulo del que se ignora casi todo. "Las expansiones no suceden en una única dirección como propone la teoría de fuera de África", explica Hershkovitz. "Yo lo veo más como una autopista de dos carriles, uno de entrada y otro de salida", añade.

Atapuerca en Israel

Por aquella época, el árido y amurallado Israel de hoy era muy parecido a la sabana de África. Según la fauna desenterrada de Qesem, había abundantes caballos, ciervos e incluso tortugas. "Era un paisaje de pequeñas colinas muy parecido al de Atapuerca, donde vivían animales muy similares", señala Hershkovitz. Los humanos, sin embargo, eran muy diferentes. Los dientes hallados pertenecen al menos a cinco individuos. Tenían pinceladas de neandertal, pero eran mucho más similares a otros Homo sapiens que vivieron en Israel unos 200.000 años después, según el trabajo. Se trata de los fósiles de los yacimientos de Skhul y Qafzeh, considerados los primeros sapiens que salieron de África. La nueva posibilidad es que llegaran desde Qesem, a apenas 150 kilómetros y dentro del hoy amurallado Israel.

"No creo que a nadie le sorprenda mucho esta tesis", opina Enrique Baquedano, director del Museo Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid, quien excava en Olduvai (Tanzania), donde vivió hace unos 1,9 millones de años el primer miembro del género Homo. "El registro fósil es tan fragmentario que cualquier elemento nuevo cambia todo", añade. Sin embargo recomienda cautela, pues las técnicas de datación de los fósiles de más de 70.000 años son "complicadas". "Me ha pasado obtener una edad de 300.000 años con una pieza de 70.000", advierte.

Otros piden más pruebas. "Estos dientes también resultarían muy parecidos a los de los homínidos de la Sima de los Huesos [Atapuerca] o los neandertales", opina Carbonell, quien cree que solo un cráneo salido de Qesem podría confirmar el hallazgo. Es lo que busca ahora el equipo de Hershkovitz. A falta de ello, quieren comprobar si los dientes conservan ADN que podría confirmar cuál de sus tres hipótesis es la correcta.

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